Ayer puse especial empeño en Fandiño. Me apetecía tener algo bueno de él.
Justo después de esta foto, Fandiño comentó con su mozo de espadas: "Jo***, a uno nunca se le acostumbra el cuerpo a ésto". Normal, cuando uno viene como vino Iván.
Vino a darlo todo, y sucedió lo que ya todos sabemos.
El encargado de pasear la oreja, después de un par de banderillas soberbio, fue Jarocho. Un pedazo de subalterno.
A mí el Cid es un torero que me gusta. No tuvo su tarde, y está a años luz de lo que ha sido, pero me gusta.
Y, luego, está Luque.
Me gustó la corrida de Parladé. Que todo hay que decirlo.
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