Héroes

Esta noche no escribo para hablar de triunfos. No cojo el teclado para contar éxitos ni fracasos. Hoy solo tocan sentimientos. Sentimientos en forma de nudo en el estómago. En forma de una lágrima deslizándose en el rostro de Abellán, que tambien es nuestra lágrima. Sentimientos como el pundonor de banderillear un toro imposible. El pundonor de un torero único, distinto a todo. Un héroe. Un torero al que no se le caen los anillos por matar una corrida de toros como la de Ana Romero en Zaragoza. Un torero que disfruta con el riesgo mientras otros, igual de respetables (pero quizás menos admirables), cuentas sus actuaciones por faenas "importantes", "cumbres", con un ganado avismalmente diferente al de Ana Romero. No fue para nada un toro asesino, pero certero como pocos. Pero eso es otra historia.

 

Hoy, la historia empieza en un traspies. En un suspiro. En un par de banderillas. En lo que dura un OLÉ. Eso ha tardado en sobrecogernos una imagen tan dura. Dicen que los toreros están hechos de otra pasta. Pero la sangre que les llena las venas es la misma que la de los mortales. El dolor que sienten no es distinto. Pero sí es distinta su capacidad para superarlo. Eso hace distinto a un héroe. Levantarse. Y esta noche, miles de corazones laten con el de Juan José Padilla Bernal en un quirófano. Los corazones que algún día se han dejado llevar por la extravagancia y el carisma de un héroe diferente, por la alegría que desprende sobre el ruedo. Un héroe que, como tantos otros, puede que no ocupe tantas páginas de la historia como merece. Y puede que, tristemente, ahora sí las ocupe.

Juan Pelegrín

"Marqués". Cárdeno. Trágico. Caras pálidas en los tendidos. Lágrimas en los héroes que lo llevaron en volandas a la enfermería, donde más héroes lucharon porque ésta no fuera la última lucha de un Ciclón.Y no lo será. Los héroes de la información nos traen pasadas las 3am el parte médico. Pérdida de visión en el ojo, y de movilidad en la cara. Pero nada es pérdida, sino, ahora sí, triunfo. Todo lo que queda, ha sido arrebatado a la misma muerte. No caeré en tópicos del tipo "el toro más difícil de su vida". Lo dejaré para los telediarios que mañana llenarán de imágenes sin escrúpulos unos valiosos minutos de audiencia. Lo harán sin pensar en la familia de Juan José Padilla Bernal. Familia que fue de lo primero que se acordó el héroe nada más levantarse del albero ensangrentado. De un albero que contará a partir de hoy una historia de un héroe capaz de agarrarse a una vida que nunca más verá con los mismos ojos. Y si hay alguien capaz de volver con más fuerza (si cabe) de ahí arriba, ese es Juan José Padilla Bernal. José Cubero, Ignacio Sánchez Mejías, Manuel Rodriguez Sánchez "Manolete", Antonio Mejías Bienvenida, Francisco Rivera "Paquirri", Manolo Montoliú... Hoy, esa trágica lista no contará con él.

Juan Pelegrín

Especial mención a Vicente Zabala de la Serna, Patricia Navarro, Javier Hernández y tantos otros héroes de la información, que nos acercaron de primera mano cuanto acontecía en ese hotel de Zaragoza, en el que a  cientos de kilómetros sentíamos tan cerca nuestros latidos. GRACIAS